dilluns, 6 de gener del 2020

de Monte San Feliz (restaurente de Xune Andrade)



Comencemos el 2020 con un poco de lo mejor del 2019: Xune Andrade y su restaurante en el corazón de la Asturias que fue minera y hoy sigue pendiente de reinventar su futuro. En San Feliz, pueblo de 16 habitantes, el cocinero de 31 años y talento descomunal ha abierto hace unos meses su restaurante Monte (San Feliz). La visita ha valido cada uno de los kilómetros desde Barcelona. 
Cocina de monte, con algo de mar y cariño a raudales. También aparece la técnica, como un andamio discreto (aunque imprescindible). ¡Que felices fuimos en esa casa durante unas horas!
El local está encaramado en una ladera inclinada de las que agobian a los conductores novatos, con una minúscula plaza en la que apenas caben cuatro coches justo en la entrada.

No hay problema pues en aparcar en las afueras del núcleo, que están justamente... a una casa de distancia. Esos últimos metros de escalada -me atoro un poco, voy demasiado rápido por la ilusión de lo que imagino que me espera- son también una pequeña parte del viaje y merecen disfrutarse.

La sala es de seis mesas, colorida y con sabia mezcla entre rusticidad chic y modernidad matizada. Sonará de fondo la música que le gusta a Xune. Una playlist de Spotify que me gustaría llevarme a casa, pero que me alegra que sea tan sólo accesible estando en el local. Ahí ha sido imaginada y ahí debe ser escuchada.
Para siempre queda ya el Carreteras Infinitas de Sidonie fusionada en mi memoria con la mantecosa untuosidad de una fabada que me hizo sonreir hasta casi llorar. Comer en Monte San Feliz, es la polla.


Empiezan siempre con un poco de mantequilla (asturiana) ahumada. Cocina de proximidad is coming!
Chorizo de jabalí también, pero esa mantequilla es la que ya se queda a vivir conmigo en mi memoria hasta que el cuerpo aguante.


Vieira marinada en sidra, con alga palmaria de la ría, salsa holandesa gratinada y un punto importante de pimienta para demostrar que se puede crear un bocado untuoso y picante. A veces parece que todo lo picante este asociado a la acidez. Y no. PLATAKEN


Más combinaciones de proximidad, navaja cocinada con brevedad para conservar tersura y jugos, salseada con la ortiga hecha amor ligeramente astringente. Tiene el plato difícil foto por colores y disposición, pero a quien le importa eso. El bocado es tremendo.


Ostra de la ría escabechada, con simplicidad y eficacia. La hojita es de trebol, que también es monte pero a ver, apenas se nota ante la combinación de aromáticos acidulados. Otra vez cocción impecable en el vivalbo y un plato para recordar.


Faldilla de vaca madurada, con grasa clarificada de los solomillos hechos albóndiga. Textura cárnia sin dejar de ser jugosa, reto superado. Sobre manzana (dulzor bien controlado, acidez equilibrada) y jugo de Pitu (pollo) asturiano. Te cagas.


Erizo, trufa, coliflor en panna cotta. Colisión harmónica de monte y mar sobre texturas de gelatina. ¡La coliflor da mucho juego cuando se cocina con buen criterio!

Fabada. FABADA.
Xune Andrade nos explica que no suelen hacer platos de cuchara en @monte_sanfeliz (supongo que porque ya hay mucho y bueno de eso en Asturias y además su propuesta para el restaurante es algo más personal y en el mejor sentido... ambiciosa, elaborada y -vuelve el snob- conceptuarl).
Pero tenemos la tremenda suerte de visitarlos en Navidad, y nos sirven una fabada descomunal. Las legumbres se deshacen al rozar el paladar, los sabores son intensos y nada grasientos, aromas que quitan el sentío...Qué sabrá de fabadas este pobre polaco, pero a mí me parece SIDERAL.


Imprescindible la tarta de quesos asturianos. Que ya me vale ser fan de esta tarta cuando llevo diciendo que las tartas de queso abundan demasiado (que sopor, siempre lo mismo!) en Barcelona durante todo el 2019...pero lo  cuando la haces con los quesos que te rodean, de una forma tan intensa y con la textura del amor, pues estoy muy a bordo. Es lo que hay.


Con Xune, que comanda un equipo joven, amable y brillante. Hay mucho futuro en San Feliz. "Espero que lo que estamos recibiendo no sea un boom, quiero que sea un proyecto a largo plazo" nos dice Xune. No tiene de qué preocuparse, lo que hemos comido y cómo hemos disfrutado no es un boom sino una realidad cierta, sólida...y feliz.