dijous, 10 de març del 2016

de Rossini, la òpera, els macarrons i els tresorets de biblioteca



El que no sabré mai és com a un veterano militant anarcosindicalista com és el meu pare, se li va acudir en plena resvolusió del 68 comprar i guardar una revista com aquesta de jalamenta... això sí, que me la hagi regalat és más que bien. Perque és un dels grans tresorets de la meva biblioteca particular!!! :D

"Como es sabido, Rossini era tan fácil músico como perezoso. En 1816, Francesco Barbaia, famoso empresario del Teatro de san Carlo, de Nápoles, le encargó una ópera,Otello, y para componerla le ofreció el Palazzo Berio, que este empresario poseía. El jovial Rossini estuvo seis meses como huésped del buen Barbaia comiendo y bebiendo e invitando a amigos. La música no avanzaba un paso...
(...)
Al fin Barbaia se hartó y una noche los criados sigilosos, raptaron a Rossini, lo encerraron en una habitación y allí quedó el maestro a ración de macarrones hervidos con agua, hasta que acabara su ópera, que todavía no había comenzado.. Le pasaban dos mezquinos platos diarios de macarrones por un torno. A las veinticuatro horas, Rossino lanzó por el torno la obertura de la futura ópera. Luego en pocos días salieron los tres actos y  fue liberado. Sin embargo, Barbaia, que no sabía de música, se enteró luego que estos tres actos sólo tenían de original los números 1,2 y 3 que los encabezaban: rossini había repetido infatigablemente toda la obertura adaptándola a la buena de Dios a los diálogos, para recobrar su libertad y comer aquellos timbales de macarrones trufados que eran su delicia."

Nestor Luján
Fragmento de la pieza Rossini y los macarrones.
Historia y vida, pag 96 . 1968